viernes, 1 de marzo de 2013

EN UNA PLAYA BARCELONESA.

Sali del mar y agotada me acosté en una toalla en la arena tibia.
El atardecer en la playa barcelonesa fue divino.
Jordi me puso las manos en la cintura y apretó contra mi espalda su pecho.
Senti como sus manos se deslizaban y quitaron la toalla que cubria mis piernas.
Senti la intensidad de su deseo.
Su verga cada vez más dura y larga presionaba mi espalda y su punta dejaba 
un rastro humedo sobre mi piel.
Con la yema de su dedo recorrió la curva oscura entre mis nalgas..
Mis pezones se convertieron en dos avellanas y la entrepierna
se humedecía por secreciones de mi sexo.
Las manos de hombre encontraron mis firmes y redondos pechos.
Dejé escapar un suave gemido de excitacion.
La verga de Jordi se hinchó de sangre ardiende.
Mis jadeos de excitación
aumentaban su placer y urgian a penentracion.
Apreté su erecta polla con mis nalgas.
Él metio la mano entre mis piernas-
-Me necesitas aqui, verdad?
Me levanté y puse de rodillas con espalda arqueada y la cabeza apoyada en suelo.
El sol Mediterranio hizo brillar mi mojada vulva.
-Poséeme, por favor!
Él agarró mis nalgas y ayudándose con mano metió el glande en mi culo.
Me estremecí y  gemií por tortura y dolor, pero Jordi seguia metiéndola a dentro.
Yo deseaba aquello tanto como él.
Mi amado penentro hasta el limite.
 Senti sus huevos hinchados con mi chocho.
Con cada nuevo movimiento el pene me penentraba más y más.
-Toma, tomala!- grito enloquecido por placer de estar en mi caliente y humedo culo.
Senti en un mundo irreal, donde solo existe el placer.
En este momento una descarga electrica atravesó
mi cuerpo y me corrí junto con mi hombre amado,
que en este momento se
abrazaba a mi cintura y hechaba su leche a chorros a mi culo.
Te amo mucho y te hecho de menos.
Tu amada - le dije.

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